viernes, noviembre 17, 2006
¿Cómo reconocer a un vampiro?
Como vengo diciendo, uno de los grandes problemas de las buenas personas es que las malas se aprovechan de ellas. Y ahí van, sin energía, tantas buenas personas que pierden su alegría a base de los vampiros que se les arriman. Ya digo que la culpa de todo la tiene la imagen de Jesucristo que nos han dado: ¿de verdad crees que aguantaba a todos los pelmazos que se le acercaban? ¿No era capaz de darles un buen corte? ¿Por qué en todas las reuniones de izquierdistas o nuevaeras siempre la persona que menos tiene que decir es la que más tiempo habla? ¿Por qué nadie le dice que se calle? ¿Tiene la culpa el dogma de la igualdad o es que los buenos no saben decir “ya está bien”?
Este texto de Michael Tsarion que me ha envidado el incansable Greg Grisham (www.theallseeingeye.org ) es una buena guía para cuidarse de los chupadores de sangre. http://psychicvampirism.com/pg2.html
Y recuerda: NO ES LO MISMO SER BUENO QUE GILIPOLLAS!!!!
El ser humano que ha muerto en su interior se convierte en un predador que vive para consumir lo que otros crean. La persona que se ha “autoasesinado” es la mayor amenaza en el mundo y es al mismo tiempo violenta y destructiva hacia sí misma y hacia todas las personas con las que se encuentra. Puede ocupar puestos de poca o de mucha relevancia. Puede destruir vidas individuales o el mundo entero. No le importa nada con tal de arrastrar a la destrucción y a la ruina que lleva consigo, sólo para satisfacer su insaciable apetito.
Te busca a ti y todo lo que tienes…
¿Cómo diferenciar a un vampiro?
La persona creativa está viva en su interior y se dirige a sí misma. No necesita de estímulos exteriores para sentirse viva y por eso sus relaciones con el mundo son profundas, sanas y reales. Tiene lo mejor de ambos mundos. Tiene un fuerte sentimiento de autonomía e independencia en el sentido verdadero. Es un rebelde. No se aferra a cosas o a otras personas para llenarse porque no está intrínsicamente vacío. Sus relaciones no están basadas en dinámicas de poder. Vive en el ahora, está lleno y dispuesto a cambiar y a afrontar el futuro. Ve los peligros como oportunidades. No engaña ni manipula. No envidia a nadie y toma el timón de su propio destino. Sabe que la consciencia modifica la realidad. Su felicidad y su sufrimiento son sagrados para él. No se censura a sí mismo ni le importa lo que otros hagan, digan o piensen. El mal es, para él, la ausencia de autonomía. Lidera y no sigue como un borrego. Está en contacto con las fuentes verdaderas de la vida que existen y fluyen a través de él. Su fuerza de vida es él mismo. Es mutable y se inventa a sí mismo cada día porque está siempre creciendo.
La persona destructiva necesita estímulos externos para sentirse viva. Está emocionalmente muerta y sin el mundo de los objetos y de otras personas, su vida no es nada. Es una adicta completa a los estímulos que llenan su infierno mental. No sabe estar solo. Es un completo adicto a las modas, que sigue para sentirse aceptado. En su mundo, la imagen y la apariencia lo es todo. Sus experiencias son banales y ocasionales. Hace e imita, pero abusa de la confianza, de la belleza y del sexo. Cualquier cosa que no pueda controlar o poseer, le da miedo. Si sus deseos se ven truncados, se deprime, se vuelve agresivo y con tendencias suicidas. Es ambicioso, competitivo y patológicamente necesitado en la aprobación. Es experto en la manipulación, nada autocrítico e inmoral. Otra gente, especialmente las que tienen poder interior y los creativos, son sus presas favoritas. Se siente grandioso cuando observa su pérdida y su ruina El es el implacable enemigo de la creatividad verdadera, de la independencia y la autonomía interior. Nada es sagrado para él, excepto su imagen, su éxito, sus posesiones y el catálogo de las personas que ha destruido.
Este texto de Michael Tsarion que me ha envidado el incansable Greg Grisham (www.theallseeingeye.org ) es una buena guía para cuidarse de los chupadores de sangre. http://psychicvampirism.com/pg2.html
Y recuerda: NO ES LO MISMO SER BUENO QUE GILIPOLLAS!!!!
El ser humano que ha muerto en su interior se convierte en un predador que vive para consumir lo que otros crean. La persona que se ha “autoasesinado” es la mayor amenaza en el mundo y es al mismo tiempo violenta y destructiva hacia sí misma y hacia todas las personas con las que se encuentra. Puede ocupar puestos de poca o de mucha relevancia. Puede destruir vidas individuales o el mundo entero. No le importa nada con tal de arrastrar a la destrucción y a la ruina que lleva consigo, sólo para satisfacer su insaciable apetito.
Te busca a ti y todo lo que tienes…
¿Cómo diferenciar a un vampiro?
La persona creativa está viva en su interior y se dirige a sí misma. No necesita de estímulos exteriores para sentirse viva y por eso sus relaciones con el mundo son profundas, sanas y reales. Tiene lo mejor de ambos mundos. Tiene un fuerte sentimiento de autonomía e independencia en el sentido verdadero. Es un rebelde. No se aferra a cosas o a otras personas para llenarse porque no está intrínsicamente vacío. Sus relaciones no están basadas en dinámicas de poder. Vive en el ahora, está lleno y dispuesto a cambiar y a afrontar el futuro. Ve los peligros como oportunidades. No engaña ni manipula. No envidia a nadie y toma el timón de su propio destino. Sabe que la consciencia modifica la realidad. Su felicidad y su sufrimiento son sagrados para él. No se censura a sí mismo ni le importa lo que otros hagan, digan o piensen. El mal es, para él, la ausencia de autonomía. Lidera y no sigue como un borrego. Está en contacto con las fuentes verdaderas de la vida que existen y fluyen a través de él. Su fuerza de vida es él mismo. Es mutable y se inventa a sí mismo cada día porque está siempre creciendo.
La persona destructiva necesita estímulos externos para sentirse viva. Está emocionalmente muerta y sin el mundo de los objetos y de otras personas, su vida no es nada. Es una adicta completa a los estímulos que llenan su infierno mental. No sabe estar solo. Es un completo adicto a las modas, que sigue para sentirse aceptado. En su mundo, la imagen y la apariencia lo es todo. Sus experiencias son banales y ocasionales. Hace e imita, pero abusa de la confianza, de la belleza y del sexo. Cualquier cosa que no pueda controlar o poseer, le da miedo. Si sus deseos se ven truncados, se deprime, se vuelve agresivo y con tendencias suicidas. Es ambicioso, competitivo y patológicamente necesitado en la aprobación. Es experto en la manipulación, nada autocrítico e inmoral. Otra gente, especialmente las que tienen poder interior y los creativos, son sus presas favoritas. Se siente grandioso cuando observa su pérdida y su ruina El es el implacable enemigo de la creatividad verdadera, de la independencia y la autonomía interior. Nada es sagrado para él, excepto su imagen, su éxito, sus posesiones y el catálogo de las personas que ha destruido.
Etiquetas: Vampiros psíquicos iluminati