Rafapal: periodismo planetario

No pasaron dos días desde que el “delfín” de Tony Blair le sustituyera al frente del gobierno inglés y ya quedado bien claro cuáles son sus intenciones: en cuestión de dos días se suceden un desquiciante ataque en el aeropuerto de Glasgow con coche incendiario y otro no menos rocambolesco en Piccadili, Londres. Todo ello, después de que su primera decisión al frente del gobierno fuera imponer una partida especial para la Educación sobre el Holocausto y viajes para los escolares británicos a Israel… ¿Os tengo que contar algo más o ya entendéis?

Por supuesto, el nombre de Al Qaeda vuelve a sonar en Estados Unidos como el de ETA en España, con anuncios de ataques de una seguridad que nos hace preguntarnos si no son los propios responsables de esos grupos quienes forman parte de las filas de la policía. Lo que sí está claro (podéis apostar lo que queráis) es que esto es el preludio de una nueva guerra… en Oriente Próximo.

Lo que no os contarán los medios de comunicación es que el fin del sistema económico actual se está anunciando en medios de comunicación de más y más países: en los pasados días, El Telegraph londinense y el banco de inversión francés Societe General Group son los últimos que lo dan por hecho. Al igual que el congresista americano, Lindon Larouche, hace unas semanas, la solución a esta debacle pasa, según estos medios, por la Rusia de Vladimir Putin, y las potencias China, India y Brasil. La sorpresiva reunión de Putin con Bush de hace unas horas se ha de deber a esta razón.