martes, mayo 16, 2006
El código de barras y el número de la Bestia
(Extraído de la Red; autor anónimo)
Y hacía que a todos, pequeños y  grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano  derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que  tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre... Y su  número es seiscientos sesenta y seis» (Apocalipsis 13:16-18).
¡666! ¡La  Marca de la Bestia! Casi todo el mundo ha oído hablar de esta profecía, según la  cual en los postreros días nadie podrá comprar ni vender a menos que lleve «la  marca del Diablo». Nuestra generación es la primera de la Historia  tecnológicamente capaz de llevar a efecto esta visión profética de una economía  no basada en el papel moneda. Cada artículo que se expende en este supermercado  lleva impreso su propio código de barras.
Es curioso que este sistema de  codificación de mercancía tenga tres barras no numeradas ligeramente más largas  que las demás: una al extremo izquierdo, otra en el centro y la última al  extremo derecho. En contraste, las otras barras tienen asignado un número. Pero  analicemos esta línea en particular. Veremos que corresponde al número seis y  que es exactamente igual a las tres líneas no numeradas, a las cuales por  deducción, también les tocaría el número seis. Esto en esencia quiere decir que  todo artículo estampado con el código de barras ya lleva impreso el  666.


