Rafapal: periodismo planetario

Hace semanas, aportaba los datos de la conexión entre los investigadores sobre el LSD (Timothy Leary en particular) y los experimentos de la CIA sobre control mental. Es ya algo sabido que la irrupción del LSD de principios de los setenta fue una inteligente estrategia para acabar con el movimiento hippie.

Uno ya albergaba sus dudas sobre el movimiento feminista, que ha sido tremendamente beneficioso para el sistema al establecer una guerra de sexos que ha acabado por aniquilar las relaciones entre hombre y mujeres... (y posibilitar el auge del movimiento gay, todo hay que decirlo). Como en el caso de la aparición de Bush padre en el asesinato de Kennedy era fácil suponer que el Poder debía estar detrás de este movimiento. Pero hasta ahora no tenía datos, desconocía los iconos del feminismo y su proceso de creación.

Desconocía, por ejemplo, que la periodista hebrea Gloria Steinem fue uno de los iconos de la segunda oleada feminista, seguidora de otra feminista judía, Betty Friedan (nombre real: Betty Naomi Goldstein). No sabía que Steinem siempre había afirmado haber sido muy radical de joven y que radicalizó su postura por problemas al encontrar trabajo por su condición de mujer.

Negando esas afirmaciones, el grupo radical feminista “Red stocking” desveló en 1979 que antes de convertirse en líder del feminismo, Steinem había trabajado para la CIA en Europa, infiltrándose en grupos marxistas para desmantelarlos.

En 1958, Steinem fue reclutada por el también judío Cord Meyers, operativo de la CIA, para dirigir un grupo informal de activistas llamado “Independent Research Service” dentro de un movimiento llamado “Congress for Cultural Freedom” que crearía revistas como “Partisan Review” o “Encounter” con el fin de crear una izquierda “chic” para oponerse a los marxistas. Uno de sus colegas en la CIA era Clay Felker, quien daría trabajo a Steinem en su revista “Esquire” y más tarde en el New York Magazine:así pues, su “coartada” de independiente fue una creación de su imaginación. En los años setenta, Steinem se convertiría en la directora de la revista Ms Magazine, con conexiones evidentes con la CIA por medio de Warner Comunications, quien puso el dinero para su fundación. Su primera editora fue Elizabeth Forsling Harris, una ejecutiva conectada con la CIA que, como curiosidad, planeó la ruta del coche presidencial de John Kennedy en Dallas, de nefasto recuerdo. La “heroína” del feminismo, Steinem, estuvo casada durante ocho años con Stanley Pottinger, asesor de Nixon, fiscal general que tuvo el dudoso honor de paralizar las investigaciones por la muerte de Martin Luther King.
Muy poco underground, ¿no?

# posted by rafapal @ 6:39 p. m.