Rafapal: periodismo planetario

El miércoles me fui al parque del Retiro para grabar el que creo es mi mejor vídeo hasta el momento (y creo que el más polémico): “Verdades incómodas sobre el feminismo). Echadle un vistazo.


Como no existen las casualidades, al día siguiente el gobierno español aprobaba La ley de la Igualdad que exige a los hombres y mujeres realizar TODO al 50%. Ello implica que las mujeres españolas deberán colocarse, a partir de ahora, un vibrador en la mitad de las ocasiones en que hagan el amor para que no sólo los hombres tengan la capacidad de penetrar… (¡Que no, que es broma!).
Bueno, el caso es que al día siguiente, la editorial Planeta me envió la segunda parte del Club Bilderberg, de Daniel Estulín (he iniciado gestiones para entrevistarlo y tengo la corazonada que conseguiré esa ansiada entrevista: Rafapal y Estulín frente a frente, pueden saltar chispas). En esta segunda y APASIONANTÍSIMA parte (estoy deseando acabar estas líneas para continuar con su lectura), Estulín me golpea en mis puntos débiles… He sacado a la luz la mentira del movimiento feminista, de la derecha e izquierda y de los gays, pero ¿qué ha pasado con el rock and roll, el hippismo y la Nueva Era? Es fácil hablar cuando uno se mete con los dogmas de fe de los otros, pero ¿y con los de uno?
Bueno, pues Estulín documenta (con sus contradicciones, que ya comentaré) la participación de Alan Watts (precursor del budismo en Occidente), de Madame Blavatsky (teosofía), de Aldoux Huxley (no hace falta presentarlo), de Timothy Leary (LSD), de Hugh Alpert (Instituto Esalen-Nueva Era) en una supuesta conspiración acuariana que tendría su punto culminante en el hippismo y después, en la New Age.
Estulín explica con todo lujo de detalles (cuando acabe el libro, le dedicaré un artículo) cómo los Beatles fueron sacados de los tugurios alemanes donde tocaban a principios de los 60 y, por medio del marketing, crearon ese fenómeno mediático que hoy siguen siendo. Entre los trucos empleados, contrataron a estudiantes para recibirlos en el aeropuerto de Nueva York en su primera visita a los States y también en las típicas imágenes a la salida de los hoteles. Si visteis la película “A hard day’s night” hay algunas escenas de histerismo típico de las fans que bien podrían haber sido manufacturadas en la “Realidad”. Hay que tener en cuenta, como documenta excelentemente Estulín, que el fenómeno Beatle-rock and roll (seguro que Elvis Presley también fue manufacturado: al fin y al cabo copió descaradamente de roqueros negros como Little Richard, Chuck Berry o Fats Dominó) va unido a la irrupción de la TV en nuestras vidas. Lo que hoy consideramos las personas mínimamente despiertas una máquina de hipnosis fue utilizada por los gabinetes de ingeniería social desde su creación, con el Instituto Tavistock a la cabeza, para crear una “cultura de masas” que uniformizara a la población y les hiciera sumisas ante el Poder. Hasta ahí, me lo creo.
Más difícil de creer me resulta, como afirma Estulín, que el “Imagine” de John Lennon lleve unos mensajes implícitos sobre el “Nuevo Orden Mundial”. Sí me puedo creer que ayudaran a extender el consumo de drogas (Lucy in the Sky with Diamonds: LSD) e incluso el satanismo de algunas estrellas del rock and roll. Charles Manson estuvo conectado con los Mamas and the Papas, además de con Polanski y su mujer, Sharon Tate. ¿No fue Charles Manson el Bin Laden de los 60? (Por si alguien no lo sabe, MK Ultra ha trabajado con la hipnosis y el control mental, de forma que se habla de que la cienciología de Ron Hubbard fue una creación suya. ¿han podido crear Ellos los falsos gurús para que la gente perdiera la confianza en los verdaderos líderes?)
Mi opinión particular es que, más que crear estos movimientos, el Poder los ha manipulado y conducido; en el caso de los 60 para que los movimientos sociales y políticos, perdieran fuerza. Es decir, el hippismo acabó cayendo en una promiscuidad vacía (en lugar de promocionar el sexo tántrico y consciente), un uso irreflexivo de las drogas (en lugar de su parte sagrada), la clonación entre los sexos (en lugar de la complementariedad respetuosa de sus diferencias)… Sobre los Beatles, me inclino a pensar que el manager, Brian Epstein (judío, por cierto) creó el concepto de los Beatles, pienso que Lennon se dio cuenta de que les estaban manipulando (Estulín dice que el filósofo Adorno les escribía las canciones) y por eso se marchó (McCartney era el “infiltrado” y por eso le hicieron Sir, como a Mick Jagger). Creo que la industria discográfica ha ocultado a los músicos del rock más comprometidos y conscientes como Frank Zappa, favoreciendo a estrellas vacías cuyo punto culminante es el fenómeno “Operación Triunfo”, en el que la Industria del Gran Hermano nos muestra, sin ningún tipo de pudor, como fabrica a las “estrellas” que acabarán hablando… hasta de política (hoy leo que Penélope Cruz opina sobre los candidatos a la Casa Blanca, jajajajaja). La fabricación de héroes de barro, dirigidos desde su creación como tales estrellas, ha sido una de las mejores armas de estos creadores de la cultura de masas. Si actores y músicos sin opiniones propias opinan sobre la actualidad, la gente que les sigue harán lo que aquellos-que-mandan-sobre-las-estrellas quieran que hagan. Todo esto lo explica a la perfección y con los nombres de sus creadores, Estulín.
En fin, mientras los grandes logros del hippismo (consciencia, comunión con la Naturaleza, pemacultura, ecoaldeas, integración de las tradiciones indígenas, la cultura de la Diosa, medicina oriental, yoga, terapias cuánticas) han sido censurados (¡en 30 años no ha habido ningún programa de TV sobre estos temas ni sobre las aportaciones del hippismo!), una serie de comportamientos muy beneficiosos para el Sistema, los “talones de Aquiles” del hippismo, como la irresponsabilidad y la falta de compromiso (“paso de todo”), la falta de puntualidad (“el tiempo no existe”, dicen los new ages), la aniquilación de la creatividad en pro de una igualdad que valora la mediocridad…
Otro día profundizo en estas cosas con algunas citas de estos PSICÓLOGOS-SOCIÓLOGOS ABSOLUTAMENTE MAQUIAVÉLICOS.
De momentò, para que veáis que Estulín no anda desencaminado, ayer, el programa de TV español, Camera Café, emitió un squetch en el que uno de los personajes se implantaba un chip en una discoteca con el que podía comprar de todo…. El esquetch era muy divertido, porque así tiene que entrar esta esclavitud del “mundo feliz”. En otras palabras, la TV nos están preparando: ¿habremos aprendido 30 años después?